Un contrato de remix en la industria musical es un acuerdo entre un artista original o titular de los derechos del máster, como un sello discográfico, y un remezclador, remixer, productor, o DJ, que otorga al remezclador el permiso para crear una nueva versión de una canción o grabación existente.

Si trabajas en un remix sin un contrato, te expones a varios riesgos y posibles problemas legales. Algunas de las posibles consecuencias de trabajar en un remix sin un contrato incluyen: falta de protección de los derechos de autor, problemas de compensación y regalías, falta de límites y responsabilidades, pérdida de control creativo, etc.

Imagina que Alex Artista quiere hacer un remix de su sencillo, Sol de Verano. Por lo que Alex contrata a Ricardo Remixer.

Bajo este contrato, Alex Artista conserva todos los derechos de autor sobre la canción original y el remix. El remix se considera una obra hecha por encargo para el Artista.

Alex Artista pagará a Ricardo Remixer una tarifa fija de $500 por su trabajo en el remix. La mitad del pago se realizará al firmar este contrato y la otra mitad al entregar el remix.

Ricardo recibirá el crédito en todas las publicaciones y promociones del remix, en la siguiente forma: "Sol de Verano (Ricardo Remix)".

Ambas partes garantizan que tienen la libertad de firmar y cumplir con este acuerdo sin restricciones o prohibiciones, y que no infringirán los derechos de terceros al proporcionar material, ideas o propiedad intelectual relacionada con el remix.

Al firmar este contrato, tanto Alex Artista como Ricardo Remixer acuerdan cumplir con los términos y condiciones establecidos en el documento.