Una compañía de distribución de música o distribuidora musical es una empresa que se dedica a vender grabaciones de sonido a tiendas, que, a su vez, las venderán a los consumidores. Por eso, las distribuidoras funcionan como un intermediario entre el dueño de un máster y las tiendas de música.

Según el abogado y autor Donald Passman, una distribuidora tradicional cobra entre **20% y 25 % **de las regalías que recolecta a cambio de llevar el máster a las plataformas y tiendas digitales, fiscalizar, recolectar y distribuir el pago de las regalías generadas.

Aunque existen decenas de distribuidoras, podemos decir que existen tres tipos de distribuidoras. Primero están las distribuidoras que forman parte de las major labels. Por ejemplo, Sony es dueña de RED, The Orchard y AWAL; Universal es dueña de Caroline, Ingrooves y Spinnup; y Warner es dueña de ADA. Este primer grupo de distribuidoras no independientes suele trabajar por invitación, conexión, o aprobación. Lo que significa que están cerradas al público general.

Sí, algunas distribuidoras también ofrecen servicios de administración de publishing por una diferencia en precio, como TuneCore Publishing, One Publishing, CD Baby Pro, DITTO Publishing, entre otras.

Esto facilita el proceso de la recolección de regalías a nivel internacional para artistas independientes que también son los compositores de sus propias canciones.

Hoy día hay diversidad de distribuidoras digitales disponibles a los artistas y sellos independientes. Algunas de estas distribuidoras abiertas tienden a cobrar una tarifa fija anual por sus servicios (usualmente, comienza en $19.99), una comisión de entre 9-15% de las regalías que genere el máster o una combinación de ambas.

El tercer grupo y probablemente el más grande son las distribuidoras independientes abiertas. Bajo esta categoría se encuentran empresas como DistroKid, TuneCore, CD Baby, Symphonic y su programa Starter, DITTO, SoundOn, ONErpm, LANDR, iMusician, RouteNote, Aparataje, entre otras.